PERDER EL MIEDO (141)
Despertar rodeada de tus fuertes brazos, abrigándome despacio en ésta mañana de congelado invierno, el calor va entrando lento y muy adentro quiero entrar en tus pensamientos.
Leerte la
mente, rociar mi entender a entretener éste momento que saboreo crujiendo el
chasquido de tu alma junto a la mía cumpliendo así muestro destino.
Por mi
viviría siempre en ésta escena juntos sin dejar escapar nuestros asuntos, sin
estropear lo construido, anulando el poder del miedo a mirar como por la
ventana se pueda llegar a desvanecer nuestros deseados encuentros.
Abrázame tan
fuerte que el sol sienta envidia de nuestro calor incandescente, llenando de
amplitud nuestra ausencia de días sin vernos sin tocarnos, en éste instante
juntos para siempre.

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