REDENCION (124)
Cuando aterricé en tus ojos me rendí al mirarte, quería arrasar ,robarte la atención, como un ángel, ser especial, verme en ti pensar que sería así.
Huí eché a
correr por no caer de nuevo en el error de no saber ser quién soy como hacerlo
mejor.
Volví a
saltar, rendí cuentas ante tus palabras que desataban el renacimiento de mi
otra mitad cuando me decías lo que sentías.
Yo sólo
deseaba esconderme del miedo a sangrarme y no saber tapar el amor que
hemorrágicamente me mataba.
Descubrí que
cuanto más me distanciaba, más se me acercaba tu esencia, y ésas llagas tuyas
se curaban más rápido sin mi presencia.
Te echo en
falta, sé que te rompí en dos, pero no puedo volver al capítulo anterior, sólo
cogerte de la mano sería la ocasión perfecta para no irme más de tu lado.

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