EUFORIA DE VERANO (92)
Sentir las
noches de verano, sudor que recorre mi piel, dejar que penetre lentamente la
euforia de dos almas que se devoran.
Nadar hasta
perder el destino que me distrajo hasta encontrarte, mezclados, empapados,
recién mojados.
Agua salada
de mar dejarse caer por mi lengua, intrínseco y agudizado ésa subida de calor
que entra el sabor que alimenta mi fuego dormido.
Ahora me
trasteas, me saqueas con tus grandes manos colocándolas de lado a lado a mi
espalda aprietas con fuerza tu pecho en mis senos.
Distancias
cortas, liberada la tensión sexual que se queda descubierta, cuerpo con cuerpo
a tapa abierta.

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